- Área: 965 m²
- Año: 2015
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Fotografías:Onnis Luque, Adrián Llaguno
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa del Desierto se encuentra en una ladera árida de la Sierra Madre Occidental. Rodeada de montañas y con vistas espectaculares de la zona metropolitana de Monterrey, la casa es a la vez un refugio que se mimetiza con el paisaje y un punto de vigía para observar los alrededores.
La casa está distribuida en dos pisos. En el límite sur del terreno, la calle está al nivel de la planta alta. El acceso es mediante una puerta de madera enmarcada por muros de concreto aparente. La puerta abre a un cubo de acero desde donde se aprecia la totalidad de la casa: dos volúmenes que forman una planta en “C” y abrazan un jardín con una alberca en planta baja.
El cubo de acero conduce a un puente al aire libre con un techo de cristal sostenido por trabes voladas de acero. En el extremo opuesto del pasillo hay un segundo cubo mediante el cual se accede al espacio de doble altura, con una escalera escultórica y techo de cristal, que articula los dos niveles. La escalera desciende al nivel del jardín, donde se encuentran las recámaras. Las áreas sociales se encuentran en la planta alta.
El volumen con orientación oriente-poniente es cerrado, con muros de concreto en los que las marcas de la cimbra de madera proyectan sombras expresivas. Su textura imita la de las peñas de roca gris en los alrededores. El volumen con orientación norte-sur es abierto, sostenido por una ligera estructura de acero. La sala-comedor tiene ventanales de piso a techo que permiten aprovechar las vistas de la ciudad y las montañas. Bajo este espacio hay una #terrazatequilera ® techada.
El volumen oriente-poniente alberga un estar familiar y tres recámaras. Todas tienen acceso directo al jardín. Toda la vegetación es local, con cactáceas y otras plantas desérticas. El muro perimetral está compuesto por órganos. En el extremo sur del terreno hay una cuarta recámara, para visitas, en un pabellón independiente con un jardín en el techo. Las plantas sobre este volumen contribuyen a mimetizar el conjunto con el paisaje.
Los materiales interiores, todos aparentes, reproducen características del desierto: las superficies de ladrillo, acero oxidado, concreto, y madera reproducen los colores de la tierra; las puertas y muebles de cedro evocan los olores de las de zonas altas de la Sierra. La orientación de la casa, los techos volados y la posición de las ventanas aprovechan vientos dominantes y atajan los rayos del sol, de manera que la temperatura de la casa es agradable y los espacios exteriores pueden usarse durante todo el día y a lo largo del año.